Bebés almacenados en hoteles Ucranicanos: Así acaba el «buenismo» de los vientres de alquiler.
«Vulnerar los derechos de los más débiles no es ‘un buen trato’, es todo lo contrario. Además, esos bebés han sido separados de sus madres nada más nacer, eso no es ‘un buen trato’, y quedan secuelas psicológicas muy profundas. En cuanto a las cuidadoras, por lo que la propia empresa ha dicho, trabajan en condiciones cuando menos abusivas, ya que están confinadas con los bebés por periodos de 30 días y separadas de sus propias familias, con las que sólo pueden hablar a través de videoconferencia»,