Vivimos tiempos convulsos, tiempos complejos en los que el temor se ha apoderado de la población y la desesperación de la sociedad por «cree» que hay una «solución» al coronavirus puede llevar a bajar la guardia ante una industria que lleva décadas practicando aberraciones con las personas y las sociedades, sobre todo en países en vías de desarrollo. Por ello, creemos de vital importancia compartir esta información que desde la Asociación SJCVITA han preparado sobre este controvertido tema.
Vacuna es una enfermedad de las vacas, vírica, que les hace señales en las ubres. Los que las ordeñaban y tenían señales de vacuna en las manos no cogían la viruela, y de ahí surgió el concepto de utilizar un virus débil para prevenir una enfermedad sistémica y potencialmente mortal o grave.
Lady Montagu les pasó un hilo empapado en pus de lesión de viruela humana a sus hijos con una aguja a través de su piel para prevenir la viruela. Así vacunó a sus hijos la aristócrata inglesa.
En la misma época Jenner, que no era médico, sino químico, utilizó al hijo de su jardinero para experimentar y el niño murió plagado de viruelas. El sádico de Jenner puso en sus apuntes: “No apto para vacuna”. Esta historia fue manipulada cuando Rockefeller compró la Enciclopedia Británica. También la Parasitología fue anulada por Rockefeller con esa compra, por eso es tan desconocida la historia de las vacunas y los tratamientos contra el cáncer previos a que los Rockefeller se hicieran con el control de la Asociación contra el Cáncer. El proyecto eugenésico ha tenido éxito gracias a estos hitos, por ocultación y manipulación de la historia científica. Actualmente, se han monopolizado los tratamientos contra el cáncer teniendo en cuenta la radioterapia, la quimioterapia y cirugía, el resto de alternativas están prácticamente excluidas.
El asesinato del Dr. Gerson y la cura del cáncer
Los experimentos con vacunas siguieron haciéndose hasta conseguir una vacuna que al menos no matase a la mayoría de los que se la pusieran. Era tal la mortalidad causada que, cuando el gobierno de Reino Unido la hizo obligatoria, un premio Nobel eugenista y sociópata, George Bernard Shaw, escribió la obra “Los horrores de la vacunación”. Los Jennerianos siempre han utilizado el miedo y la obligatoriedad para imponer sus planes eugenésicos y en la actualidad no es una excepción. La obligatoriedad de la vacuna de la viruela en Inglaterra se acabó cuando las cárceles se llenaron de trabajadores, padres de familia, que se negaron a vacunar a sus hijos, y cuando empezaron a morir hijos de los lores por las vacunas.
“La vacuna no causa autismo, pero las inmunizaciones, especialmente las víricas, sí lo pueden causar. Y sobre todo, el acúmulo de ellas”. Por eso, varios médicos y doctores recomiendan que si tu hijo está diagnosticado o sospechas que tiene autismo no sigas vacunándole y no vacunes a sus hermanos (de Dra. Isabel Bellostas, Manual de autismo para padres).
También los análisis de CORVELVA, que recomendamos vivamente, ponen de manifiesto que algunas vacunas son causa de cáncer y que su contenido es sencillamente escandaloso. De estos análisis derivan responsabilidades gravísimas para las multinacionales que producen vacunas y para los gobernantes y burócratas que cejan en sus funciones respecto de la salud de los ciudadanos. Recomendamos que vea con detalle la página web Corvelva
Además, hay un gran silencio y ocultación a nivel mediático de las sentencias e indemnizaciones multimillonarias de la industria y los gobiernos por este motivo.
Recomendamos profundizar en esta cuestión viendo los vídeos que hemos seleccionado y la documentación adjunta. Si es usted científico, puede profundizar con los trabajos del Dr. Andrew Moulden, la Dra. Jayne Donegan, el Dr. Piedrola, el Dr. Russell L. Blaylock (dijo en 2008: “cuanto más me meto en el tema de vacunas más me preocupa que no sea una forma de producir una pérdida de salud masiva en los Estados Unidos). También el trabajo del Dr. James Jeffrey Bradstreet, el de Theresa Deisher, el Dr. Dietrich Klinghardt, la Dra. Helen Victoria Ratajczak, la Dra. Stephanie Seneff, la consultora Marcella Piper-Terry y el Dr. Wakefield entre otros.
Queremos recalcar que no somos antivacunas, pero queremos saber toda la verdad sobre las siguientes cuestiones:
Si las vacunas contienen mercurio por utilizarse como inactivador de los cultivos. Si es así exigimos responsabilidades por ello porque las secuelas son gravísimas.
Si están contaminadas de ADN fetal humano obtenido de abortos y las consecuencias que esto provoca especialmente en recién nacidos y niños pequeños porque no hay estudios de seguridad y carcinogenicidad. Nos escandaliza que en Italia se haya publicado recientemente la revisión por pares sobre vacunas MPRV y MMRV (Priorix Tetra) que demuestran la contaminación con ADN fetal humano (de abortos) y el peligro y falta de control en estas vacunas:
Primera publicación de revisión por pares sobre vacunas MPRV (Priorix Tetra)
Primera publicación revisada por pares sobre vacunas MMRV (Priorix Tetra)
Conocer las pruebas de seguridad periódicas de las vacunas aprobadas y obligatorias. Nos preocupa enormemente que las vacunas no sean consideradas medicamentos sino productos biológicos y que sigan un sistema privilegiado de legalización y comercialización según la Ley de uso racional del medicamento. Lo grave de esta situación es que no haya control de los adyuvantes químicos en las vacunas (aluminio, mercurio, formaldehido, sorbitol y lactosa), y sobre todo que esta parte no biológica de la vacuna esté exonerada de ensayos y controles.
Si es verdad que una vacuna no es la misma en España que en otros países, y si difieren las marcas, incluso si difiere el contenido de distintos lotes de la misma vacuna de una misma marca. Exigimos claridad tanto en los controles biológicos y no biológicos de la vacuna.
Qué estudios hay de comparativa del coste económico y social de la vacunación masiva, por ejemplo en la vacuna tetravalente para meningitis.
Conocer el estudio de seguridad previo de cada vacuna.
Conocer el estudio previo de eficacia de cada vacuna.
Justificación presupuestaria de lo que gastamos anualmente en vacunas. Adjuntamos demanda de la abogacía del estado contra el cumplimiento de transparencia.
Saber quienes reciben las incidencias generadas por las vacunas en el sistema de farmacovigilancia, ya que tenemos fundadas sospechas de que son delegados de las empresas comercializadoras según la Directiva de farmacovigilancia, las fichas técnicas de las vacunas y la Ley del medicamento. Esto sería un escándalo por el enorme conflicto de interés que supone que vigile (y oculte) el mismo que vende las vacunas, siendo juez y parte.
Conocer las estadísticas de seguimiento de autismo, enfermedades raras, alergias de origen desconocido, cáncer, etc., que se hayan detectado tras vacunaciones.
Tras la crisis del Coronavirus esta cuestión es una de las más importantes a esclarecer, para que la cultura de la muerte que están imponiendo los eugenistas de la jerarquía del Nuevo Orden Mundial no utilice las vacunas como arma de despoblación mundial.
Existen pruebas evidentes de su mala fe, como hemos denunciado en otros apartados de la web, pero lo peor es que existe un gran desconocimiento por parte de científicos y población civil sobre esta cuestión y por ello le damos énfasis con la finalidad de que se conozca la verdad y se exija transparencia total y responsabilidad civil y penal a los criminales implicados en las barbaridades que están ocurriendo. Las vacunas pueden ser un eficacísimo instrumento para el mal en manos de la jerarquía iluminista, y mucho nos tememos que así está ocurriendo por desgracia para la inmensa mayoría de la población mundial.
Por todo ello, también pedimos la rectificación inmediata a D. Federico de Montalvo, abogado y Presidente del Comité de Bioética de España, por la barbaridad que defiende en el artículo adjunto. El Estado no está garantizando la seguridad y transparencia de las vacunas actualmente, al revés, parece un instrumento fundamental para el ocultamiento a la población de la verdad. Por esto, en ningún caso es justificable por ilegítimo, ilegal e inmoral, quitar la patria potestad a los padres por un tiempo para obligar a vacunar a los hijos. Esperamos que rectifique esa posición aberrante a la mayor brevedad posible porque no es digna esta postura de un Comité de Bioética justo.
Me gusto mucho este artículo