Es simplemente vergonzoso ver la impunidad con la que, desde hace meses, activistas de diferentes movimientos, curiosamente todos basados en ideologías de la izquierda marxista o apoyados y alentados por ellos, vienen campando a sus anchas a lo largo y ancho del planeta, destruyendo sin complejos ni oposición policial alguna, imágenes, estatuas, patrimonio público y templos e iglesias, sobre todo de la Iglesia Católica.

Resulta «curioso» ver como esta animadversión no solo no es contestada formalmente por los poderes públicos de los países donde están ocurriendo, sino que, al contrario, parecen contar con cierta «autorización moral» de las autoridades, especialmente desde la ONU que desde hace meses se esfuerza en señalar a las Religiones como elemento que impide el avance del feminismo o la ideología de género fomentada por la masonería, y sus devastadores efectos (millones de abortos, cambios de sexos en niños que acaban gravemente trastornados o suicidándose, incremento de las tasas de suicidio juvenil en toda Europa y USA…).
Ya lo dijo ayer el Papa Francisco: LAS IDEOLOGIAS SECTARIZAN, y destruyen la unidad de las naciones, de los pueblos. Porque por mucho que se empeñen en inocular su virus del odio y el rencor en los corazones de los jóvenes, a base de manipular la verdad y la historia, no pueden borrar que la Iglesia Católica fundó decenas de Universidades allá donde llegó con el Imperio Español, gracias al fomento del reconocimiento de la libertar de todos los seres humanos que proporcionaban las leyes promulgadas, por ejemplo, por la Reina Isabel. Y por mas que lo quieran esconder, no pueden evitar que una mujer que pierde a su hijo de 8 semanas de forma involuntaria, necesite pasar un «duelo» porque sabía perfectamente que su hijo estaba vivo y que ha perdido a una persona que crecía dentro de ella.
Dejémonos ya de eufemismos, pues no son protestas feministas, actos indigenistas, movilizaciones anti-racistas… SON ACTOS TERRORISTAS, perpetrados por pequeños grupos financiados por cientos de grupos regados con dinero público y adoctrinados por la izquierda radical que es la única ideología que ha sobrevivido a la «purga» de ideologías criminales del Siglo XX, disfrazándose astutamente de «bella ideología utópica» pero de la que las cifras dicen justo lo contrario: Más de 100 millones de personas aniquiladas y asesinadas solo el pasado Siglo y simplemente por oponerse a sus planteamientos doctrinales.
Es hora de despertar del sueño. La noche está muy avanzada y se acerca el día… Ya es hora de pertrecharnos con las armas de la Fé, dejar de rehuir el combate y enfrentarnos a los que nos han recluido en nuestras catacumbas sociales y, con ello, cada día, consiguen que Dios desaparezca de la sociedad. ¿No nos damos cuenta que cada vez que callamos en público y no damos razón de nuestra Fe, el mal consigue su objetivo? ¿No vemos que el mal avanza precisamente porque a estas personas se les ha privado del anuncio del amor de Dios? Debemos orar por ellas, por supuesto, pero debemos combatir con la verdad y el amor a quienes los manejan y les inculcan el odio hacia la verdad.
Daniel Fernández
Colaborador.