Nos ha sorprendido este artículo que publica hoy LA RAZÓN, donde se analizan los motivos por los que Izquierda Unida decidió el pasado sábado expulsar definitivamente de su formación al Partido Feminista de España por su oposición a la “Proposición de Ley sobre la protección jurídica de las personas trans y el derecho a la libre determinación de la identidad sexual y expresión de género” que Unidas Podemos llevará al Congreso de los Diputados. Pero, ¿Qué hay detrás de este enfrentamiento? ¿Por qué se opone el feminismo a esta norma? ¿Cuáles son los artículos de la discordia?
La batalla entre el colectivo Trans y el Partido Feminista viene de lejos y ya el pasado mes de diciembre la formación de Lidia Falcón dejaba claro en dos comunicados su oposición a una norma que “perjudica las mujeres en cuanto que elimina su categoría”.
Todo comenzó a raíz de una ponencia de la académica transfeminista Sam Fernández en 2018 en la que se mostraba a favor de arriesgar el sujeto del feminismo para adaptarlos al coletivo transexual, una afirmación que fue duramente criticada por el Partido Feminista y que provocó un enconado debate que llevó a la primera petición a Izquierda Unida para que esta formación fuera expulsada por “delito de odio y transfobia”.
A partir de aquí el debate esta servido. Desde el colectivo Trans se acusa al Partido Feminista de calificarlos como “proxenetas y compradores de niños” y desde la formación de Lidia Falcón denuncian una ofensiva de lo que tachan de “neomachismo”.
“El Partido Feminista y yo misma estamos sufriendo la ofensiva de algunos transexuales y colectivos homosexuales, como uno que se hace llamar ALEAS-IU, que acusa al Partido de tránsfobo y pretende denunciarlo por delito de odio ante la Fiscalía especializada, porque hemos tenido el atrevimiento de manifestarnos contra la Ley Trans que al parecer Podemos pretende presentar en el Congreso”, denunciaba Falcó en un artículo en el Diario Público.
No es de extrañar. Las feministas, las de verdad, tienen muy claro lo que es una mujer y precisamente luchan por LOS DERECHOS QUE LA BIOLOGÍA LES OTORGA y que leyes como esta pretenden anular y convertir en una simple cuestión de «opción personal». Igualmente, luchan por la dignidad de la mujer contra industrias como la pornográfica, pues saben bien que es el campo de batalla más importante donde las vejaciones, abusos y menosprecio a la mujer son la base de su negocio, con la influencia que socialmente demuestra tener, incapaz de ser contrarrestadas por más que el Estado invierta en políticas de igualdad. Aguardaremos expectantes el desenlace de la contienda