La Iglesia Católica se vuelca con los sanitarios y afectados por el coronavirus.

Estas noticias no abren telediarios, ni tan siquiera los cierran. Son muchos los que piensan que la Iglesia ha cesado en sus actividades, como si de una organización social más se tratara, por el coronavirus y que no retomará «su actividad» hasta que las circunstancias vuelvan a estar bajo control.

Y es que siguen siendo muchos los que confunden al pueblo de Dios, la Iglesia, al que todos formamos, con la «Iglesía jerárquica», las parroquias y las actividades diocesanas o parroquiales, que, dicho sea de paso, tampoco han echado el cierre, pero si que han minimizado las mismas para colaborar en impedir la transmisión y expansión del virus.

No resulta en absoluto sorprendente saber que son centenares e incluso miles las iniciativas que cada día en España son llevadas a cabo por personas movidas por la Fe en Jesucristo y por el amor al prójimo; lo que si es sorprendente es como, desde los medios de comunicación, se hace todo lo posible por silenciar y minimizar el impacto mediático de estas, a pesar de que las audiencias de las celebraciones religiosas como el Rezo del Santo Rosario desde Fátima o la Bendición Urbi Et Orbe del Papa Francisco hayan supuesto record´s históricos de espectadores en España.

Parece que, con el coronavirus, la sociedad se está volviendo de nuevo a Dios y, desde luego, sabemos que los medios de comunicación harán todo lo posible por «minimizar» este impacto, por eso es importante que no dejemos de difundir todas las grandes iniciativas que, a la luz de la Fé, surgen cada día para apoyar a los que más están sufriendo las consecuencias de esta terrible crisis.