La Isla de las Tentaciones o la televisión como medio de contaminación moral de la sociedad.

ForumLibertas ya advertía sobre el nuevo formato de Telecinco que prometía polémica, el programa ‘La isla de las tentaciones’. Ha sido confirmado.

‘La Isla de las Tentaciones’ es el nuevo reality que presentan al alimón los canales Cuatro y TelecincoEs el nuevo programa con el que esperan acaparar la atención televisiva de la temporada, pero, ¿en qué consiste este programa que se ha hecho famoso en 20 diferentes países?


El objetivo al final de concurso es perverso: cada uno de los concursantes deberá decidir si quiere volver a casa con su pareja, con una nueva pareja o totalmente solo. 

Los realitys triunfan por ser transgresores, por cruzar los límites establecidos, por entrar en el terreno del mal gusto. Sin embargo, ‘La Isla de las Tentaciones’ parece que está diseñado para romper todo los récords.

Una sociedad enferma se ríe de sus valores, una sociedad enferma dinamita lo que la sostiene, una sociedad enferma desafía las bases que la hacen posible.

‘La Isla de las Tentaciones’ pone en jaque la base de la sociedad

Es así como ‘La Isla de las Tentaciones’ pone en jaque la unidad básica social, la célula que construye el resto del organismo social: la pareja entre un hombre y una mujer que da pie a la familia.

Este programa desafía esa institución natural porque provoca un contexto para, precisamente, romper parejas, utilizar el morbo de la tentación para destruir enamorados. Todo vale por la audiencia.El formato de simple es efectivo: cinco parejas sólidas serán puestas en una isla paradisíaca de República Dominicana. Allí serán separados nada más llegar y se verán sometidos a numerosas tentaciones. En concreto, tendrán que convivir con diez solteros dispuestos a enamorarse y conquistar a los miembros de los tándems protagonistas del reality.

Será este próximo 2020 que el formato desembarcará en la televisión española y estará presentado por Mónica Naranjo y Sandra Barneda.

El reality se presenta como si la clave del programa estuviera en la confianza. La realidad es bien diferente: la clave está en la desconfianza. Los directores del programa provocarán desnudos, situaciones que no son una prueba, sino sencillamente una visión deformada de la realidad de una pareja. Construye un imaginario falso: si resistes es porque es el verdadero amor, cuando la realidad es que el amor es no exponerse a esas realidades.

El objetivo al final de concurso es perverso: cada uno de los concursantes deberá decidir si quiere volver a casa con su pareja, con una nueva pareja o totalmente solo. 

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