Sin tiempo que perder, no habrá tiempo que ganar. Llega el Adviento, tiempo de espera. Y no de forma individualista sino como comunidad cristiana. Todos los cristianos esperamos lo mismo. Como pueblo. Como cuerpo.
Navidad y Adviento no son fiestas independientes. El Adviento nació como tiempo de preparación para celebrar la fiesta de la Navidad, igual que la Cuaresma respecto a la Pascua. ¡Una esperanza que no decepciona sencillamente porque el Señor no decepciona jamás!
Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros que
permiten el funcionamiento y la prestación de los servicios ofrecidos en el mismo. Puede
aceptar su uso o rechazarlo mediante la configuración de su navegador o consultar sus
opciones cliqueando en VER MÁS. Si tienes menos de 14 años, pide a tu padre, madre o tutor
que lea este mensaje.
Más información