Que el actual Gobierno de España no tiene una especial querencia por la Constitución es de sobra conocido. Especialmente la parte podemita, que sigue recordando siempre que puede que trabajan para la voladura del régimen resultante de la transición. Pero, tras tres sentencias en apenas dos meses que declaran decisiones suyas como inconstitucionales, dan que pensar si nos encontramos ante un Ejecutivo inconstitucional.
En las sentencias hay dos aspectos a considerar. La primera, la lentitud de la Justicia patria, cuyas decisiones llegan cuando los hechos juzgados no solo han sido ejecutadas, sino que incluso han acabado. Decisiones que dejan muy tocado al Gobierno, y crean situaciones complicadas. En segundo lugar, ¿El Ejecutivo estudió suficientemente lo que hacía? ¿Le importaba realmente vulnerar la legislación vigente?
Así ha ocurrido con el nombramiento de Rosa María Mateo como administradora de Radio Televisión Española; la ley por la que se colaba a Pablo Iglesias e Iván Redondo en la Comisión del CNI y, especialmente, por la declaración como inconstucional del Primer Confinamiento decretado por el Gobierno Sánchez y su entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa.
¿Intencionalidad o incompetencia?
La situación que deja esta última sentencia es especialmente compleja. Todas las medidas coercitivas y punitivas ejecutadas por las Fuerzas y Cuerpos de seguridad han sido anuladas. Esto supone la anulación de más de un millón de multas y la devolución de todas aquellas que han sido reclamadas hasta la fecha. No obstante, el TC considera que las pérdidas de los negocios cerrados fueron consecuencia de la pandemia, y no del confinamiento, lo que, a priori, cierra la puerta a reclamaciones por daños y perjuicios.
Estas tres contundentes sentencias han provocado sorpresa y enfado en el Gobierno. La duda es ¿pondrán más cuidado ahora que han visto que sus actos -aunque tarde- pueden ser condenados por la Justicia? ¿Continuarán gobernando ignorando la normativa vigente según sus intereses? Aún tienen unas cuantas leyes ideológicas pendientes de fallo…