Magnífico análisis del blog Renacimiento Demográfico que analiza las claves que solo un ciego se negaría a ver de los datos que arrojan los informes del INE.
Las proyecciones de población del INE dibujan una España en franco declive demográfico, cuyo capital humano, a efectos productivos y de expectativas de futuro, se va a deteriorar enormemente en cantidad, por pérdida de población, y en calidad, al alcanzar la población niveles récord de envejecimiento. Sin más nacimientos, el futuro del pueblo español será más o menos como el que dibuja el INE, con pérdidas adicionales de población si la esperanza de vida no crece de manera tan intensa como prevé el Instituto Nacional de Estadística –cosa que depende, entre otras cosas, de avances futuros en la medicina, cuyo alcance es imposible de conocer con exactitud en nuestro tiempo-, o una sociedad aún más envejecida si lo hace en mayor medida. Asimismo, una llegada de inmigrantes menor o mayor que la prevista modificaría el ritmo de nuestro declive demográfico. Pero sea como sea, o la natalidad en España deja de caer y, deseablemente, repunta con fuerza, o España está abocada a una inexorable decadencia humana, que afectaría muy gravemente a nuestra prosperidad y calidad de vida y, a término, a nuestra propia continuidad como sociedad.