Parece mentira que en pleno Siglo XXI un «fake new» pueda generar tanto revuelo como para acabar removiendo los cimientos de Roma y hacer desplazarse a un Papa casi impedido a implorar un perdón por unos hechos en los que la Iglesia Católica poco o nada ha tenido que ver.
Si algunos religiosos, responsables de orfanatos, colaboraron con los planes criminales del Gobierno de Canadá, no fue ni mucho menos por una cuestión de obediencia a instrucciones de la Iglesia Católica, ni tan siquiera de la Canadiense. Fue básicamente porque fueron educados en la superioridad racial que impera en el norte de américa por los Ingleses y Franceses que la colonizaron tras expulsar a los españoles.
Leyenda Negra del Genocidio en Canadá: Fue el Estado, y no la Iglesia Católica, el que planificó aniquilar a los indígenas.
Que en plena era de internet la gente siga creyendo lo primero que le sirven los telediarios y periódicos es digno de estudio. Es más, el caso completo de la fake news sobre las fosas comunes de Canadá es digno de estudio, como resalta WEBCENTINELA en este magnífico artículo que os recomendamos leer al completo.
Las redes sociales y hasta algunos medios de comunicación y políticos hablan de un genocidio «católico» contra los niños indios que de 1880 a 1980 fueron alojados en escuelas de internados, pero el único genocidio cometido contra los pueblos indígenas de Canadá oficialmente reconocido fue diseñado, planificado y ejecutado por el propio Estado de Canadá.
En apenas 2 años, se ha extendido una nueva «leyenda negra» en la que, si uno busca «genocidio Canadá» en Google, tendrá que atravesar al menos 3 páginas de resultados para llegar a leer algo sobre los informes de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá, que declaró allá por 2008 que el Estado había cometido un terrible genocidio cultural contra la población indígena como plan para evitar responsabilidades futuras y que ahora se demuestra que fué algo más que «cultural».
Al igual que sus «hermanos» del Sur, en Estados Unidos, los ingleses y franceses que llegaron al nuevo mundo no tardaron en aniquilar a sus poblaciones originales, esclavizando a los pocos que dejaron con vida e imponiéndoles su cultura, algo que se contrapone por completo con las tierras dónde España evangelizó, llenas de Escuelas, Universidades, Hospitales y apenas 10 años después de su llegada, ya existían decenas de documentos traducidos a las lenguas indígenas.
Pero miente, que algo queda. Y en esta era de desconocimiento planificado, el Nuevo Orden Mundial sigue luchando contra su «archi-enemigo», la Iglesia Católica, último bastión de verdad y sentido común frente a los planes de control poblacional de la ONU que pretende emplear la ideología de género y la expansión de la homosexualidad, junto al aborto y la eutanasia, como métodos para contener el crecimiento de la población en el planeta y a los que, «casualmente», se oponen frontalmente la Iglesia Católica.
Daniel Fernández
Asociación Cristianos en Democracia.