La maternidad: Un DON maravilloso (no un «derecho»).

¿Por qué la maternidad ha dejado de ser vista como un don y se ha transformado en un “derecho” por las sociedades actuales? ¿Porqué si buscamos en Google artículos sobre la maternidad, incluso en positivo, estas son los resultados hacia los que la red desea llevarnos?

Así «prepara» Google a quien quiera buscar información sobre la maternidad. No encontrará nada positivo, solo críticas y experiencias negativas

En las últimas décadas, el combate del mundo por anular la maternidad, basado en los planes de la élites que aspiran a controlar el crecimiento de la población mundial y los flujos migratorios, ha supuesto una guerra contra el principal elemento que caracteriza y diferencia a la mujer: La Maternidad.

Por eso, con ocasión del “día de la Madre” y tras el reciente “día del Padre”, hemos querido hacer una recopilación de textos que realcen la importancia de la maternidad en nuestra sociedad y en nuestro desarrollo como seres humanos y que puedes descargar aquí. Esperamos que, como en todos los documentos que elaboramos de esta serie, pueda servir sobre todo a los centros educativos cristianos para que no dejen pasar la oportunidad de hablar a los alumnos esta semana de la importancia de la maternidad; Que no dejen que este día sea solo un día para hacer una «manualidad» para mamá y que, desde pequeños, enseñen a nuestros hijos la importancia vital que la formación de una familia tiene para toda persona, pues no hemos sido creados para vivir en el puro egoísmo como esta sociedad nos enseña, sino para amar y ser amados, para entregar nuestra vida por los demás.

Son incalculables los esfuerzos que, cada día, los espíritus del mundo realizan para reducir la sexualidad a una cosificación del otro para el puro placer individualista. Desde la puesta en marcha de los anticonceptivos, las profecías de Pablo VI con ocasión de la Humane Vitae, donde vaticinaba que la introducción de los anticonceptivos convertirían a la mujer en meros objetos de placer al servicio del hombre, al quitar a este toda responsabilidad sobre las posibles consecuencias de sus actos. Además de cumplirse, esta profecía se ha visto agravada en los últimos años con mecanismos mucho mas salvajes de anticoncepción (píldora del día después, que no son sino bombas hormonales para impedir la implantación del óvulo fecundado con graves consecuencias físicas y psicológicas para la mujer) y, en último recurso, con el aborto, que no es sino la eliminación de un ser humano por pura conveniencia, ante la visión del mundo de la maternidad como un estorbo, una imposición o un acto que “limita” e “imposibilita” a las mujeres desarrollar las aspiraciones que, según ellos, deberían llevarla a la felicidad plena (estudios, carrera, empleo) pero que las tasas de consumos de ansiolíticos y antidepresivos de las mujeres de mediana edad occidentales, al cabo de los años, parecen llevar la contraria, dando la razón al mas bello elemento puesto en el seno de la mujer por Dios creador y que es lo que, de verdad, completa a toda aquella mujer que se deja llevar por sus instintos: LA MATERNIDAD.

Una nueva amenaza se cierne sobre la maternidad: La Ley de Diversidad Familiar. Una ley hecha para fomentar un tipo de uniones que, lejos de poder llamarse matrimonios ni familiar, pretenden establecer como modelo social una realidad que apenas supera el 1% de las familias naturales en nuestra sociedad. Y es que muchos siguen sin enterarse que los niños no son un «derecho» de nadie, ni un antojo, y que son sus derechos y su futuro bienestar los que están en riesgo al privarles de elementos esenciales en sus vidas para un desarrollo integral, entre los que se encuentra, también, la maternidad, y poder así tener una madre y un padre

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