Una corredora trans (que se había inscrito en la prueba como Quima D. aunque está federada con nombre y sexo masculinos) reclamó su victoria en categoría femenina, algo que cogió por sorpresa a la organización y generó cierto revuelo entre los presentes.
Al final, una solución salomónica evitó males mayores, aunque hubo momentos de tensión por la “agresividad” tanto de la protagonista como de su acompañante, cuentan los promotores a La Vanguardia.
La Federación Internacional de Atletismo, World Athletics, ya acordó en su momento que las atletas transgénero que comenzaran su transición después de la pubertad no podrán competir en pruebas femeninas internacionales. Una medida que aplica también la Real Federación Española de Atletismo en las competiciones nacionales.
Esto no ha hecho mas que empezar y, lo peor de todo, es que cada vez se van conociendo más intentos de abusos de todo tipo, fruto del absurdo jurídico que este tipo de leyes ocasionan.
Urge encontrar partidos políticos dispuestos a derogar tanto la Ley Trans como todas las leyes de género impulsadas en España por los Gobiernos social comunistas de los últimos años.