Matar no es «cristiano ni católico». Mentir, tampoco.
Tras lo que hemos dicho creo que queda claro que un parlamentario que vote a favor de esta ideología diabólica pienso que no se le puede llamar católico, tanto más si es un católico que debe conocer su obligación de no pecar, porque el Partido no debe prevalecer sobre mi Fe y conciencia.