“Caminamos hacia la ‘estadolatría’, hacia la cada vez mayor intromisión del Estado en la vida de la familia”.

Con estas palabras el Obispo Munilla ponía de manifiesto esta semana el atropello que para el derecho a la libertad de educación de los padres han supuesto las palabras de la Ministra Celá.

Por su parte, monseñor Luis Argüello indicó también a través de Twitter que “los hijos no somos propiedad de los padres, ¡menos del Estado!”, como “tampoco somos propietarios de nuestro cuerpo. No somos cosas”.

El Nuevo Orden Mundial sabe bien que la cohesión social es su principal enemigo a batir. Es importante aislar a los individuos para hacerlos mas débiles.

“Hoy se propone el ideal del individuo desvinculado. Sin vínculos, más autónomo y más libre, para ‘decidir sobre todo’. La desvinculación nos debilita frente al PODER que viene en ayuda de nuestra debilidad para decidir por nosotros.  Eso sí, nos ofrece algunas migajas: decidir en el supermercado, navegar por la red y, sobre todo, decisiones sentimentales o populistas que generan dependencias y desvinculan. El totalitarismo ha aprendido a elogiar al individuo para someterlo más fácilmente. La familia y ‘la familia de familias’ estorban”, añade el prelado vallisoletano.

En 2016 dos periodistas de ReL y el sacerdote encargado de comunicación de la diócesis de Getafe acudieron a una charla de activistas transexuales en un colegio público de Ciempozuelos (región de Madrid); esto fue lo que vieron…  y las familias tienen derecho a conocer este adoctrinamiento de género… y evitárselo a sus hijos.

Puedes ver los videos completos en este enlace de Religión en Libertad

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