“Queremos contar a la sociedad lo que la Iglesia hace y lo que repercute en ella”, dijo Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario de asuntos económicos de la Conferencia Episcopal. Y bajo esta premisa presentó un estudio del impacto socioeconómico de la actividad de las 69 diócesis y 23.000 parroquias repartidas por España, con datos relativos al año 2016. Elaborado por la consultora EY, el informe concluye que el impacto derivado de la actividad de las diócesis, parroquias y Cáritas es de 1,386 millones de euros, lo que supone cinco veces más en relación a lo aportado por la asignación tributaria. “La liquidación definitiva del 2017 fue de 268 millones de euros”, puntualizó Barriocanal. Además, dice la consultora EY, el 80% de la contribución económica de la Iglesia repercute en “actividades sanitarias y servicios sociales, educación y mantenimiento del patrimonio”. Y aún más, el valor generado por la institución representa 2,5 veces los fondos recibidos mediante la Asignación Tributaria, según el estudio.
“Con esto se demuestra que la Iglesia católica es rentable, más del doble de lo que recibe”, concluyó el encargado de los asuntos económicos de la Conferencia Episcopal precisamente en un periodo político en el que se están replanteando los acuerdos Iglesia-Estado con el diseño de un nuevo marco jurídico, tal y como avanzó la revista especializada “Vida Nueva”.