ACIPRENSA / ONE OF US) Recientemente ha habido un renacer de las actitudes eugenésicas que nos recuerdan al pasado. Antaño, muchos «líderes» creían que la vida de las personas con discapacidad tenía menos valor.
La sociedad actual piensa que está más ilustrada y apoya más a las personas con discapacidad. El estudio sobre el que estoy escribiendo hoy indica que las actitudes eugenésicas hacia los recién nacidos con discapacidades no solo continúan sino que se disfrazan de compasión.
El estudio titulado: Las actitudes de los profesionales de la salud hacia la interrupción del embarazo en una etapa viable se refiere principalmente al aborto tardío. Este artículo se refiere a la respuesta a la pregunta sobre la eutanasia de los recién nacidos.
En 2018, se envió un cuestionario a 117 profesionales médicos de cuidados intensivos neonatales en la región de Flandes de Bélgica con 92 respuestas. A los que respondieron al cuestionario se les proporcionó el anonimato.
Una de las preguntas se refería (eutanasia) a inyectar letalmente a recién nacidos con discapacidad. El estudio encontró que: De todos los profesionales de la salud, el 89,1% (93,6% de los médicos) está de acuerdo en que en caso de una enfermedad neonatal grave (no letal), la administración de fármacos con la intención explícita de acabar con la vida neonatal es aceptable. Aproximadamente la misma proporción (87,9%) está de acuerdo en que la legislación belga debería modificarse para que esto sea posible.
Es preocupante que casi todos los profesionales médicos belgas que trabajan en una unidad de cuidados intensivos neonatales apoyen la eutanasia de los recién nacidos con discapacidades. Los encuestados también coincidieron en que la ley belga debería permitir la eutanasia de los recién nacidos cuando, de hecho, fue técnicamente legalizada en 2014. Bélgica sacrificó a tres niños de 9, 11 y 17 años . Las actitudes eugenésicas hacia las personas con discapacidad no se limitan a los recién nacidos con discapacidad.
Catalina Devandas, que es la primera relatora especial sobre los derechos de las personas con discapacidad para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, publicó una declaración, en marzo de 2020, sobre su informe La nueva eugenesia y el capacismo en la práctica médica.
Devandas expresó su preocupación por el impacto de la eutanasia en las personas con discapacidad. Ella dijo:
«Si la muerte asistida está disponible para personas con problemas de salud o deficiencias, pero que no tienen una enfermedad terminal, se podría asumir socialmente que es mejor estar muerto que vivir con una discapacidad», advirtió el experto.
«Las personas tienen derecho a vivir y morir con dignidad, pero no podemos aceptar que las personas elijan terminar con sus vidas debido al estigma social, el aislamiento o la falta de acceso a asistencia personal o servicios relacionados con la discapacidad».
A Devandas también le preocupaban los avances médicos a los que se refería como la nueva eugenesia.
La experta de la ONU explicó que los desarrollos en terapia génica, ingeniería genética y detección prenatal experimentaron un enorme crecimiento, aumentando nuestro poder para reparar el cuerpo y prevenir enfermedades, pero advirtió sobre la «eliminación» de las características humanas consideradas indeseables.
«Las personas con discapacidad están genuinamente preocupadas de que estos desarrollos puedan derivar en nuevas prácticas eugenésicas y socavar aún más la aceptación social y la solidaridad hacia la discapacidad y, más ampliamente, hacia la diversidad humana», dijo.
El lobby de la eutanasia declara que apoya la eutanasia «voluntaria», pero cuando a un recién nacido se le inyecta letalmente, claramente se trata de un caso de eutanasia involuntaria. La eugenesia y la eutanasia van de la mano. La persona promedio que apoya la eutanasia no basa su apoyo en actitudes eugenésicas, pero el lobby de la eutanasia ha explotado el miedo al sufrimiento para ampliar el alcance de la matanza.