Un nuevo caso de Eutanasia infantil ha vuelto a poner de manifiesto como bajo las leyes de «muerte digna», en Europa avanza de nuevo la Eugenesia como un terrible crimen que justifica, incluso «legalmente», el asesinato de inocentes.
Como podemos leer en Forum Libertas, esta semana se ha dado, por quinta vez en un corto periodo de tiempo, un nuevo caso de Eutanasia infantil por el que un grupo de señores que, bajo la denominación de «jueces», jugando a ser Dios, han condenado a muerte a una pequeña inocente en Reino Unido.
Por supuesto, en contra de su familia, de la petición expresa de sus padres, impidiéndoles llevarla a otro país dónde ya se le había otorgado la nacionalidad y disponían de todo los medios necesarios para su atención, incluido el transporte. Nada ha podido frenar la sed de muerte de los políticos progresistas europeos.
¿Acaso puede alguien verdaderamente decir que esto es progresismo? ¿Qué progreso supone que un Estado determine el asesinato de un inocente porque mantenerlo con vida supone un alto coste para las arcas públicas? ¿Qué Democracia puede haber en una sociedad que determina por mayoría la aprobación de leyes que justifican el crimen de la Eugenesia?
España es otro terrible ejemplo, en el que las «mayorías» de nuestra falsa democracia han determinado que asesinar a un inocente puede llegar a ser considerado un «derecho sexual y reproductivo» de una madre. Todo ello con la bendición, cuando menos tácita, de una sociedad que asiste impasible a cómo sus gobernantes negocian con la poca dignidad que nos queda como Nación.
En España ya se pueden cometer crímenes y actos delictivos y salir impunes. Leyes como la del Aborto o la Eutanasia son una «amnistía» frente al asesinato de inocentes dónde nuestros políticos son capaces de convencer a la sociedad que «ahí no ha pasado nada».
La política española está necesitada, más que nunca, de opciones políticas cristianas, capaces de anunciar y defender el bien y la verdad frente a las mentiras que el liberalismo y la progresía pretenden inocular para implantar sus planes de re-ingeniería social que faciliten el control de las sociedades y su sostenimiento en el poder.