La manifestación del 18 de Noviembre en Cibeles ha sido un clamor contra la formación del nuevo Gobierno de España, sostenido con apoyos de independentistas, delincuentes y terroristas, a cambio de dinero, mucho dinero, y poder.
Pero los Españoles hemos llegado nuevamente tarde a la cita con nuestro deber moral de ciudadanos. Tarde, y mal.
Tarde, porque Pedro Sánchez y sus Gobiernos social-comunistas llevan haciendo un daño terrible a las sociedad española más de 4 años. Parece como si, de repente, la gente hubiera dejado de ver un rato netflix o acudir al gimnasio para prestar un poco de atención a lo que pasa a su alrededor…

Mal, porque nos manifestamos por un motivo que, frente a lo que este Gobierno ha hecho en los últimos 4 años, parece «peccata minuta»:
El socialismo en España ha dicho y mantenido en los últimos 4 años que los hijos no son de los Padres y que el Estado tiene derecho a manipular sus pensamientos y conciencias. ¿Alguien se manifestó? Ahora van a crear un Ministerio de infancia y juventud.
El socialismo en España ha dicho y mantenido en los últimos 4 años que cualquier unión de personas puede conformar una familia, denostando a la única familia por antonomasia (hombre, mujer e hijos). ¿Alguien se manifestó? Ahora aprobarán la «Ley de diversidad familiar.
El socialismo en España ha dicho y mantenido en los últimos 20 años que asesinar a un no nacido en el seno materno es un «derecho sexual y reproductivo» de la mujer. ¿Alguien se manifestó? Si, y sacaron una Ley para intentar encarcelar a los pro-vida.
El socialismo en España ha dicho y mantenido en los últimos 4 años que asesinar a un enfermo terminal o a un anciano debe llamarse «derecho a la muerte digna». ¿Alguien se manifestó? Ahora dejarán de invertir en cuidados paliativos.
El socialismo en España ha dicho y mantenido en los últimos 4 años que no existe el sexo biológico, y que cada cuál puede «autodeterminarse» como mejor prefiera. En ello «educan» a nuestros menores ¿Alguien se manifestó?
El socialismo en España ha dicho y mantenido en los últimos 4 años que no existe la presunción de inocencia para el hombre en casos de violencia entre hombre y mujer. ¿Alguien se manifestó?
El socialismo en España ha dicho y mantenido en los últimos 4 años el derecho de los menores a mantener relaciones sexuales «consentidas» y no hace nada contra el acceso de los menores a la pornografía. ¿Alguien se manifestó? Ahora los incrementos de delitos sexuales entre menores crecen más del 200% cada año.
En definitiva, llevamos décadas asistiendo a la destrucción de los pilares fundamentales de nuestra sociedad: La familia, las uniones estables entre hombres y mujeres y su derecho fundamental a educar a sus hijos según sus ideas y convicciones. ¿Y ahora vamos a rasgarnos las vestiduras por un pedazo de tierra como son Cataluña o el País Vasco?
Está bien que nuestra sociedad «despierte», aunque sea por este motivo, pero no nos llamemos a engaño… en cuanto alguien, llámese tribunales de justicia o Unión Europea, ponga a Sánchez y sus secuaces en su lugar, todo seguirá igual.
Seguirán matando a 100.000 inocentes en España cada año. Cada vez asesinarán a más enfermos terminales y ancianos para que dejen de ser una carga para la sociedad. Seguirán intentando manipular a nuestros hijos para que no piensen demasiado y se guíen básicamente por sus instintos primarios… y seguirán tratando de excluir socialmente a todo el que se atreva a hacerles frente.
Hoy más que nunca debemos entender que «nuestra lucha no es contra la carne ni contra la sangre, sino contra los poderes de este mundo de tinieblas» (Ef 6,12) porque si no, cometeremos el grave error de pensar que, tras una bandera de España, se defienden los principios morales que pueden hacer que nuestra sociedad abandone la senda auto-destructiva que el social-comunismo ha acelerado en lo que llevamos de siglo, y nada más lejos de la realidad.
Quizás sea el momento de aprovechar este viento favorable para intentar hacer ver a tantos españoles de bien los males reales que, a través del BOE, llevan inoculándose en nuestra sociedad en los últimos 20 años, pero no seamos ilusos. Ahora más que nunca nuestra sociedad necesita que Dios vuelva a ocupar su lugar, que la bondad, el amor y la verdad vuelvan al debate político, sobre todo, la verdad.