La pornografía on line está destruyendo nuestras sociedades. El crecimiento de los abusos sexuales y violaciones en España es absolutamente alarmante. Y nuestros gobernantes lanzan cortinas de humo, cómo la Ley del «solo sí es sí», para evitar hablar y actuar de las causas de estos brutales incrementos de la delincuencia sexual en España.
Como ya advertimos en nuestro estudio publicado en 2021, el incremento de consumo de pornografía on line de los últimos años está teniendo unas consecuencias sociales nefastas. Sólo en 2022, en lugares como Cataluña, las violaciones han crecido un 32% y los abusos un 14%, siendo la media nacional de crecimiento de los delitos sexuales en España de más del 30%.
El diagnóstico del Gobierno de España es correcto y nuestra sociedad necesita medidas para evitar que la violencia contra la mujer, tanto la sexual como la no sexual, siga creciendo. Pero, ¿Cómo explican que tras más de 40 años de Democracia y diferentes leyes educativas, de izquierda y derecha, la violencia contra la mujer en estos ámbitos siga creciendo?
La explicación es muy simple, pero no quieren enfrentarse a ella porque ello supondría enfrentarse a mafias muy poderosas, las que controlan la industria del porno, gestionadas y dirigidas por señores con corbata y grandes despachos en grandes corporaciones multinacionales (no vayamos a pensar que son «mafiosillos» del tres al cuarto en sucios escondrijos).
En la pornografía on line, nuestros hijos aprenden desde los 8 años que a las mujeres les gusta y excita que las humillen, las vejen, las insulten; Aprenden de no es si.
Quien piense que esto es un debate «moral» o que lo nuestro es una cuestión de «puritanismo», es que no ha visto pornografía on line recientemente. Es realmente indignante ver como la red está llena de videos cuyos títulos son «abuso» o «violación» sin ningún tipo de filtro o control, ni de acceso ni de publicación.
Muchos piensan en la pornografía como mujeres desnudas o personas realizando prácticas sexuales de algún tipo, más o menos «normal», pero se equivocan; La pornografía ha cambiado brutalmente en los últimos 15 años y hoy en día portales como pornhub se permiten el lujo de alojar videos de abusos o violaciones reales, cosa que hemos contrastado con peritos judiciales informáticos en nuestro estudio PORNIFICADOS.
¿El Violador / abusador, nace o se hace?
Nadie entra por primera vez a buscar pornografía on line y busca videos de agresiones sexuales (aunque ya los portales, te los ofrecen directamente, desde tu primer acceso). Pero como revelan los últimos estudios psiquiátricos, la pornografía es adictiva, y lo es tanto en la cantidad de material a consumir, como en la necesidad de consumir contenidos cada vez más «fuertes» para conseguir unos niveles de dopamina que aseguren la excitación.
Una vez que uno ha visto ya cientos de videos con todo tipo de actos, personas, situaciones objetos y posturas… ¿que queda por experimentar para poder seguir alimentando al cerebro y generar estímulos suficientes? LA VIOLENCIA. Y es cuando entran en juego los millones de videos sobre violencia sexual, abusos sexuales o violaciones que estos portales sirven «a la carta».
En este punto, el cerebro que ha consumido miles de imágenes sobre abusos y violaciones es ya absolutamente incapaz de discernir el si del no y tiene muy claro y asumido, pues así lo ha comprobado en miles de ocasiones, que a las mujeres lo que les gusta es que las fuercen, las maltraten, las violen… Eso es lo que enseña y transmite la pornografía on line.
Además, en la mayoría de los casos, estos videos son «caseros», no producidos por empresas cinematográficas del sector, sino por usuarios que, en muchas ocasiones, suben a estos portales videos de abusos y violaciones reales de los que ni tan siquiera las protagonistas, en muchas ocasiones son conscientes, pues se encontraban bajo el efecto del alcohol o de las drogas.
La industria de la pornografía enseña a nuestros hijos, desde los 8 años, no solo una sexualidad absolutamente desviada (por cuanto separar sexualidad de sentimientos es una de las primeras causas de atención de salud mental entre los jóvenes en España, según los expertos), sino una sexualidad violenta. La pornografia on line es una escuela de abusadores y violadores. Las manadas son, sin duda, fruto de la pornografía on line.
Mientras que los Gobiernos de la UE no tomen medidas, esta lacra social seguirá creciendo de forma alarmante como viene haciéndolo en los últimos años. Pero se trata de una industria multimillonaria, la de la pornografía on line, y nuestros gobernantes no están por la labor de hacerle frente.
El acuerdo de Gobierno de PSOE y PODEMOS incluía en su punto 5 disponer de medidas para evitar el consumo de pornografía en los menores de edad, pero, hasta el momento, nada se sabe del cumplimiento de ese compromiso.
Ahora dilapidarán miles de millones de euros en programas educativos para ir a las escuelas a decir lo mismo que vienen diciendo a los niños desde hace décadas. Que la violencia es mala y que hay que respetar la dignidad del otro, respetando sus decisiones. Pero olvidan que hay «otra escuela», la de la pornografía on line, mucho más «atractiva» y convincente que cualquier programa educativo gubernamental, porque enseña con realidades, con imágenes y con videos.
Una industria en la que la mujer insultada y maltratada no sólo no se queja, sino que parece disfrutar de los insultos y vejaciones. Una industria en la que la mujer empieza diciendo que no pero acaba gozando. Una industria que enseña a los jóvenes a abusar y violar en manadas. Más de 100.000 millones de beneficio a los que ningún Gobierno se atreve a hacer frente, y que están destruyendo nuestra sociedad. Esa es la industria de la pornografía on line.
Daniel Fernández
Asociación Cristianos en Democracia.