Amnistía. El colmo de la inmoralidad y la mentira en la política española.

Es realmente terrible asistir a cómo la banda de mentirosos que dirige España va inoculando la mentira de la amnistía en la sociedad a través de los medios de comunicación poco a poco en las últimas semanas.

Sánchez I, el Mentiroso, se supera a si mismo y sus ya épicos «cambios de opinión» (burdas mentiras para quien no entre al juego de la dialéctica mentirosa de la izquierda española), retratan a una sociedad española que no sólo demuestra inmadurez, sino un grado cada vez más elevado de corrupción moral.

Eso lo saben muy bien los políticos, que llevan décadas trabajando en la corrupción moral de la sociedad mediante la puesta en marcha y aprobación de leyes que difuminan lo que está bien de lo que está mal en la sociedad, imponiendo así el «relativismo moral» como fórmula de aprobación de casi cualquier comportamiento.

Nuestros políticos llevan décadas trabajando en la corrupción moral de la sociedad mediante la puesta en marcha y aprobación de leyes que difuminan lo que está bien de lo que está mal en la sociedad, imponiendo así el "relativismo moral" como fórmula de aprobación de casi cualquier  comportamiento.
Nuestros políticos llevan décadas trabajando en la corrupción moral de la sociedad mediante la puesta en marcha y aprobación de leyes que difuminan lo que está bien de lo que está mal en la sociedad, imponiendo así el «relativismo moral» como fórmula de aprobación de casi cualquier comportamiento.

Y así llegamos a la propuesta de Amnistía que, una vez más, la sociedad española se «tragará» casi sin darse cuenta, como ya ha hecho con las leyes trans, del aborto, la eutanasia o las que aprueban para manipular la educación de nuestros hijos. Una sociedad adormecida, atontada y, sobre todo, completamente desvinculada.

¿Qué piensan de esto las personas que, como los policías, arriesgaron sus vidas durante las semanas de revueltas en Cataluña? ¿Qué opinan sobre que alguien como Pedro Sánchez pueda determinar que se excedieron en el ejercicio de sus funciones y que no debieron actuar nunca contra los violentos que pretendían acabar con nuestra legislación a base de violencia?

La política española ha tocado suelo hace muchos años. Para ello no hay más que ver el nivel de los políticos que nos representan a derecha e izquierda. El Bien Común desapareció hace mucho de la política y nuestro sistema no es capaz de generar más que «profesionales» de la política, servidores de partidos (y sus intereses bastardos) y no servidores públicos.

Para buscar una solución, sólo quedaría despejar una incógnita: ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Los políticos corruptos generan sociedades corruptas o son las sociedades corruptas las que acaba generando políticos corruptos? Lo que es indudable es que la corrupción moral de la sociedad española está tocando techo.

Asociación Cristianos en Democracia.

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