Esta semana, la Santa Sede ha publicado una nota de prensa que, lejos de ser «casual», responde a las conclusiones del Sínodo Alemán publicadas recientemente. Al fin, desde Roma, se da respuesta a las díscolas propuestas surgidas desde Alemania que van desde el matrimonio de parejas homosexuales a la ordenación sacerdotal de mujeres.
Como podemos leer en ALFA Y OMEGA, la Santa Sede ha afirmado este jueves que «el camino sinodal en Alemania no tiene potestad para obligar a los obispos y a los fieles a adoptar nuevos modos de gobierno y nuevas aproximaciones a la doctrina y la moral». En una declaración, se explica que este pronunciamiento público se hace con la intención de «proteger la libertad del pueblo de Dios y el ejercicio del ministerio episcopal».
Una libertad que se ve fuertemente influenciada por muchos medios de comunicación generalistas, al servicio de la agenda 2030, que pretenden destruir la Iglesia católica desde dentro, con falsas noticias sobre la evolución del Sínodo que concluirá en 2024 y dónde incluso portales pseudo-católicos como Religión Digital se dedica, día si y día también, a difundir noticias confusas, cuando no directamente falsas, sobre la Iglesia Católica.
Ordenación de mujeres y homosexualidad
Desde diciembre de 2019, los 230 miembros de la Asamblea Sinodal de Alemania (divididos a partes iguales entre obispos y miembros laicos del Comité Central de los Católicos Alemanes) han venido elaborando y votando a favor de borradores que piden la ordenación sacerdotal de mujeres, bendiciones a parejas homosexuales y cambios en la enseñanza de la Iglesia sobre actos homosexuales, entre otras cuestiones polémicas. Con estos cambios se pretende hacer frente al escándalo causado por los abusos sexuales en el seno de la Iglesia.
Cada vez son mas las voces que alertan del camino cismático que ha emprendido la Iglesia Católica de Alemania. Sin duda, la masonería se ha hecho fuerte en muchas Conferencias Episcopales Nacionales.
Además, desde algunos sectores se ha promovido la llamada Declaración de Frankfurt. Con el apoyo de 16.000 firmas, este texto exige a los obispos que se comprometan a implementar las resoluciones finales. Entre los firmantes se encuentra Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y del camino sinodal.
Esta exigencia es un «truco perezoso», que constituye de hecho un «golpe de Estado», afirmó el mes pasado el cardenal Walter Kasper. Según informó la versión alemana de la agencia CNA, Kasper participó el 19 de junio en un encuentro virtual organizado por la iniciativa Nuevo Comienzo, un movimiento de reforma crítico con el rumbo tomado por el camino sinodal.
Allí, recordó que entre febrero y abril la Conferencia Episcopal Polaca, la Conferencia Episcopal Nórdica y 100 cardenales y obispos de todo el mundo se habían dirigido a la Iglesia en Alemania para mostrar su preocupación por los cambios radicales que esta asamblea parecía dispuesta a exigir. Esas preocupaciones, afirmó el cardenal, «se repetirán y repetirán y, si no les prestamos atención, romperán el cuello del camino sinodal».