8-M: Los peligros para tus hijos del aquelarre feminazi.

Se acerca el 8-M y supuestas especialistas en feminismo empiezan a recorrer nuestros centros escolares para dar charlas de adoctrinamiento a nuestros hijos.

Hace mucho tiempo que el 8-M dejó de celebrarse como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora para convertirse en lo que es hoy: Un aquelarre feminazi de la exaltación del aborto como «derecho» fundamental de la mujer.

Catalogar de Nazi a este movimiento no es, en absoluto, exagerado: Imponen sus teorías de forma absolutista, señalan y persiguen a todo el que disienta y, por supuesto, basan todo su movimiento contra un enemigo radical: El hombre, como antaño hiciera Hitler con los Judios.

Y es que el maligno hila muy fino y para su combate contra la mujer ha diseñado elementos de gran complejidad con los que atacar su principal hecho diferencia respecto al hombre: La maternidad.

El 8M se ha convertido en un día donde todo gira en torno al ataque a la maternidad. Nunca veremos en el 8M proclamas a favor de la libertad de elección de una mujer a ser madre, ni reclamaciones a los gobiernos para que hagan el mínimo esfuerzo por proteger a la maternidad.

Por contra, el 8M es un día de exaltación del aborto como derecho de la mujer y de repetición, hasta la saciedad, de esa mentira que ha acabado calando, incluso en nuestros jóvenes: La igualdad, no ya en derechos, que hace años que en España tenemos todos muy claro, no; algo mucho más absurdo: La igualdad absoluta y completa entre hombre y mujer, negando cualquier hecho diferencial, incluso los biológicos.

“El carácter biológico de la maternidad incomoda al feminismo”

Claro, para ser biológicamente equiparables, la mujer no tiene mas remedio que renunciar a la maternidad, que es por si mismo, el elemento fundamental que le impide igualarse en todo al hombre. Como los hombres no quedan embarazados, ni paren, ni dan de mamar a sus hijos, este elemento debe ser mostrado como un «lastre», como una «tiranía» de la que la mujer debe liberarse.

La periodista, analista política y autora de diversos libros Esther Vivas (Sabadell, 1975), lo expresa muy bien cuando, en medio de sus devaneos inconsistentes sobre el heteropatriarcado de su último libro, declara que «a veces parece que sea contradictorio reivindicar la maternidad y ser feminista!. No es que lo parezca, es que a día de hoy, «el movimiento» no lo tolera.

Proteger a nuestros hijos e hijas de la dictadura ideológica y las mentiras del feminismo radical.

Son días para estar muy atentos a lo que dicen y/o intentan «explicar» a nuestros hijos en nuestros centros escolares. Si queremos que nuestros hijos no acaben pensando que un embarazo es un «problema» para su realización personal y que el aborto es el mejor instrumento para que las mujeres consigan la igualdad, debemos combatir fuertemente las mentiras del feminismo radical, especialmente en estos días.

Nos jugamos mucho y no podemos cometer el error de pensar que nuestros hijos no se dejarán seducir por las mentiras ideológicas del social comunismo en España. Precisamente saben que en esas ideas, son especialmente «permeables» a todo lo que suene a «libertad» y, bajo una falsa bandera de libertad, inoculan a nuestros hijos ideas aberrantes sobre el hombre y, sobre todo, la mujer, a quien pretenden convertir en un objeto sexual, haciéndola renunciar a su mayor tesoro: La maternidad.

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