La intolerable deriva de la violencia en política
Vivir en democracia es poder expresar libremente la opinión propia sin temer por ello. Pero también significa escuchar con respeto a quien piensa lo contrario. Y esto, lamentablemente, cada vez se da menos en una España cada vez más polarizada, en la que la violencia comienza a ser demasiado recurrente en los actos políticos.