España
España se muere… de egoísmo.
Vivimos, como destaca Juan Manuel de Prada, en una sociedad dominada por la perspectiva individualista del protestantismo. Vamos a nuestra bola, no pensamos ni en el vecino ni en nuestros allegados más cercanos.. Así somos. Con una visión egocentrista de la realidad solo reparamos en nuestra propia supervivencia sin pensar en la del de al lado.
¿Feliz día de la Constitución?
Una España en la matar cada año 100.000 seres humanos por nacer se ha convertido en un «derecho» (recurrido hace más de 10 años a un ignominioso Tribunal Constitucional que ha tenido que ser denunciado a las autoridades europeas por sus 11 años de criminal y vergonzoso silencio). Una España en la que los hijos ya no pertenecen a los padres y es el Estado el único responsable en enseñarles que deben pensar y como hacerlo. Una España en la que los médicos se ven obligados a matar a sus semejantes por Ley, y si no quieren hacerlo deben significarse públicamente. Una España en la que pronto será delito rezar en la vía pública.
Hispanidad: ¿Hispanoamérica o Latinoamérica?
El término “Latinoamérica” lo acuñó un esbirro de Napoleón III, a modo de arma propagandística para devaluar la influencia española. Don Juan Valera, en sus Cartas Americanas, defendía, ya en 1888, la denominación “hispano-americanos” frente a “latino-americanos”. Y es que la Masoneria siempre hiló muy fino para destruir a España.
HISPANIDAD: El orgullo de la historia real.
Es cierto que hubo abusos, pero no es menos cierto que fueron abusos «no organizados», es decir, abusos individuales por parte de individuos, de la Iglesia o Laicos, que desobedecían las normas impuestas por la propia Iglesia o por el Estado Español, nada que ver con la leyenda negra creada a lo largo de los siglos sobre la Hispanidad.