Nuevo Orden Mundial
Una Iglesia perseguida y martirial es signo de fidelidad y de vida.
En esa persecución o solapado martirio, no luchamos sólo contra los poderes visibles de este mundo sino contra potestades invisibles. Ambos buscan extraviarnos para que, negando la Verdad, nos dejemos sobornar por el diablo y sus ángeles, y seamos marcados con el número de la bestia y no de Cristo, dándole culto y adoración a su imagen y no al Hijo Unigénito de Dios”.
¿Globalismo o identidad? Si no decides, decidirán por tí.
Los años próximos verán removerse en España a golpes legislativos las pocas cosas que, hasta no hace todavía mucho, parecían seguras. Continuará sin duda la labor de demolición de libertades, empresas e instituciones, sin que la instauración del nuevo orden globalizado y del hombre nuevo llegue todavía. Percibimos a la vez que la crítica a este proyecto seguirá reforzándose y consiguiendo victorias. Pero, en nuestro país, hay todavía un largo camino que recorrer.
La masonería reconoce su intervención en la manipulación para implantar el nuevo orden mundial.
El «gran reset» mundial que alientan los grupos globalistas aprovechando la pandemia y las medidas excepcionales de control social dictadas por los gobiernos tuvo una expresión muy concreta en una reciente conferencia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Así se impone la ingeniería social globalista
La nación, la familia, la educación, la Iglesia… son algunos de elementos que el globalismo necesita transformar o destruir para conseguir sus objetivos para obtener una nueva forma de dominar el mundo, de ser un “gobierno a la sombra”. Esto es lo que recoge Carlos Astiz en el libro El proyecto Soros publicado por la editorial Libros Libres.
La base de la libertad cristiana es la libertad de decidir. Esto está ahora en peligro.
Soros quiere una sociedad abierta, mientras que nosotros queremos una sociedad segura. Según él, la democracia sólo puede ser liberal, mientras que nosotros creemos que puede ser cristiana. Según él, la libertad sólo puede servir para la realización personal, mientras que creemos que la libertad también puede ser utilizada para seguir las enseñanzas de Cristo, para servir al país y para proteger a nuestras familias.