El (peligroso y malévolo) negocio de las «vacunas express».

¿Vendería nuestra sociedad su alma al diablo por un remedio frente a la Covid19? El temor se ha apoderado de la población y la desesperación de la sociedad por «cree» que hay una «solución» al coronavirus puede llevar a bajar la guardia ante una industria que lleva décadas practicando aberraciones con las personas y las sociedades, sobre todo en países en vías de desarrollo.

Los niños no vienen de Paris (por si el Gobierno no lo sabe…)

Los hijos, hasta hace unos años, solían ser fruto del amor y la entrega de los esposos, no un «derecho» ni una propiedad estatal. Son la consecuencia biológica de la unión de un hombre y una mujer, y no deberían ser el fruto de experimentos en laboratorios. Y cuando los dejan nacer, son muchos más de los que ellos mismos cuentas, pues en 2018 impidieron nacer a caso 100.000 solo en España.

¿Imposiciones «ecológicas»?

Pretenden imponernos un cambio social bajo el miedo a la «extinción», como dijo Greta, a la que por cierto, conviene recordad, que vive gracias a que no hay aún diagnósticos prenatales de su enfermedad pues, de haberlos habido, seguramente la habrían abortado y no habría dejado huella en este mundo, ni de carbono ni de ningún tipo.