persecución
Ridículo del laicismo radical en Sevilla.
No hay en el trasfondo de un ateo o un fanático del laicismo otra cosa que una religión que combate sin descanso a otras religiones asentadas durante milenios y que ellos impondrían no mediante la convicción que puede otorgar la Fe individual, sino mediante el uso de la herramienta más propia del Estado, que es la Ley, de forma que jamás separan su laicismo, que no es agnosticismo, sino firme voluntad y Fe en la inexistencia de Dios ni de otra Cultura que la suya, de la propia materia que reclaman para el resto.
La Cruz no es un símbolo político. Basta ya de atacar la libertad religiosa.
No se diferencian en nada de Franco o Hitler. Ellos también perseguían a quien quería escudados en leyes. Ellos también asesinaron selectivamente, justificados en normas legales, como nuestros Gobiernos «modernos y democráticos» hacen con los 100.000 abortos de cada año o pretenden hace ahora con ancianos, dementes y enfermos terminales con la Eutanasia.